
La Dama es uno de ellos, pero no el único de los que pergeñó este toledano que, pese a licenciarse en Geografía e Historia, aprendió mucho más fuera que dentro de las escuelas, lo que yo agradezco.
Disfruten el cuento y tras él les hablo un poquito de Manuel.
La dama, de Manuel Palencia Gómez
Aquella época fue un terrible drama que hoy escondo bajo las profundas arrugas que surcan mi rostro, pero entonces también tuve yo veinte años y la sonrisa del hombre sumergido en la perspectiva de un triunfo seguro.