Marguerite Yourcenar (
1983 - 1987)
, o el gusto por lo bien hecho.
De la autora de Memorias de Adriano, de una insaciable curiosidad por las culturas antiguas, tanto de Oriente como de Occidente, de las que recreó numerosos mitos y leyendas, traemos hoy uno de sus "Cuentos Orientales", concretamente Así fue salvado Wang-Fu, delicado relato en el que plantea interesantes temas de discusión como la admiración personal por un maestro o el de la entrega absoluta a la creación artística.
Pero si algún tema me atrajo especialmente de este cuento, para plantearlo como disparador en una clase actual integrada por adolescentes, es el del emperador, un joven criado en una burbuja, y que descubre el mundo a través de las pinturas del extraordinario pintor protagonista del relato.
Cuando al inicio de su juventud se ve obligado a afrontar la realidad del mundo en el que vive, sufre una gran frustración, ya que lo que observa está lejos de la falsa y deformada imagen que se forjó en su imaginario.
Nada distinto a lo que les ocurre a millones de jóvenes que se crían y educan en una burbuja estética, consumista y tecnológica y que, cuando se les obliga a confrontarse con la realidad, sufren una insuperable frustración.
Las ilustraciones se han tomado del cortometraje de animación de René Laloux, cuyo enlace adjuntamos tras el relato.
Así fue salvado Wang-Fo, de Marguerite Yourcenar
El viejo pintor Wang-Fo y su discípulo Ling erraban a lo largo de los caminos del reino de Han.